Paleodieta, todo lo que necesitas saber

El mundo de la alimentación sigue sorprendiéndonos porque a pesar de todo lo que ya hemos visto  y hasta experimentado en muchos casos, siguen apareciendo nuevas fórmulas, nuevas dietas que aseguran ser la solución definitiva a cualquier problema de peso que podamos tener. La gente siempre busca esa dieta milagro que le haga adelgazar esforzándose lo menos posible, y aunque hay muchas que sí que resultan efectivas, lo mejor es no llevar a cabo una dieta en la que nos muramos de hambre por comer menos, sino aprender a comer mejor, de todo, pero en su justa medida, y añadiendo un poco de ejercicio a la ecuación, para estar más sanos y disponer de una vida mucho más saludable.

Entre las últimas “grandes dietas” que han aparecido en estos años encontramos, por ejemplo, la Paleodieta, que ha llamado muchísima la atención al basarse en comer tan solo lo que comerían nuestros antepasados prehistóricos, los que vivieron en la era del Paleolítica, justo antes de la creación de la agricultura. Esta dieta tiene muy poco que ver con la alimentación actual, porque precisamente, los defensores de la misma arguyen que ha sido la agricultura y todo lo que ha venido después lo que ha “dislocado” la alimentación del ser humano y con ella, también su propia salud, ya que somos lo que comemos, básicamente. Con esta dieta paleolítica se intenta volver a las raíces, a cuando el ser humano era cazador y recolector. Si quieres saber más sobre esto, sigue leyendo.

Ni cereales ni legumbres

Una de las cosas que más llama la atención a aquellos que se asoman a estudiar este tipo de dietas es que no se recomienda ningún alimento que tenga que ser cultivado durante mucho tiempo. Por ejemplo, los cereales, como el trigo o la cebada, están descartados. Estos nos hace también evitar la pasta, el pan e incluso las legumbres, como las lentejas o los guisantes. La dieta paleolítica se retrotrae hasta antes de la implantación de la agricultura, donde el hombre se alimentaba básicamente de lo que cazaba y lo que encontraba en los árboles. Eso es lo que debemos comer, según esta dieta, para recuperar nuestra salud por completo, y además estar más delgados, ya que es otro de los beneficios de este plan tan restrictivo pero aparentemente eficaz.

Todo tipo de carnes

Al contrario de otras muchas dietas, que suelen limitar el consumo de alimentos cárnicos, en la dieta paleolítica nos animan a comer toda la carne que queramos, eso sí, sin procesar. Pechugas, muslos, alitas, solomillo… Todo ello procedente de la ternera, el cerdo o incluso en menor medida, el pollo, ya que estas aves de corral sí que se consideran “posteriores” a la implantación de la agricultura. Esta carne magra nos proporciona proteínas y minerales esenciales, junto con el pescado, para poder fortalecer nuestro organismo y mostrar una salud mucho más arraigada. Como decimos, trataremos de evitar la carne procesada, como el chorizo, por ejemplo, para que el alimento llegue a nosotros de la manera más fiable posible.

Ni azúcares ni alimentos ultraprocesados

En aquel momento, hace más de 10.000 años, los productos ultraprocesados no existían. De hecho, este tipo de alimentos han sido creados en las últimas décadas, como una forma mucho más sencilla de preparar las comidas. Todo lo que llevan como ingredientes, edulcorantes, conservantes y añadidos, hace que este tipo de alimentos no sean precisamente sanos, porque están preparados para aguantar sin caducar el máximo tiempo posible, algo muy útil, es cierto, pero también poco natural. Pasa lo mismo con los azúcares procesados, que suelen ser calorías sin sentido, y que también pueden provocarnos incluso problemas circulatorios, si abusamos del azúcar. Debemos aprender a reeducar a nuestro gusto, porque el azúcar, desde niño, es como una droga que nos ha fastidiado por completo este sentido.

Aceite y agua de coco

La dieta paleo sí que echa mano de diversos elementos que estuvieron presentes en la sociedad hace miles de años, pero que han sido desbancados, en los últimos siglos y sobre todo décadas, por otros que han sido implantados por ciertos grupos alimentarios. El aceite y el agua de coco, por ejemplo, eran muy comunes en edades antiguas, donde este tipo de fruto podía ofrecernos una delicia muestra del líquido dorado (en este caso transparente), para realizar las comidas y también para beber agua que es cien por cien natural, pero no tiene tanto peligro de estar “contaminada” por pequeñas bacterias. Si finalmente escoges este tipo de dieta, prepárate para disfrutar mucho del coco y de sus propiedades, porque vas a comer mucho de eso.

¿Con qué deportes se lleva a cabo?

Hay quien duda de que esta dieta sea realmente apropiada para realizar deporte, y sin embargo, como está compuesta sobre todo de grasas y proteínas, es perfecta para tener la energía necesaria para realizar cualquier tipo de prueba, incluso las más exigentes. El ejercicio físico no ha cambiado demasiado en estos miles de años, porque podemos salir a correr, como ya se hacía en aquellos tiempos, y también levantar peso y hacer ejercicios de fortalecimiento de nuestros músculos. Cualquier deportista profesional podría seguir perfectamente la dieta paleo y disfrutar de un estado de forma excelente. En el tenis, en el fútbol, en la natación o simplemente haciendo algo de cardio en el gimnasio, la dieta es adecuada para cualquier tipo de práctica deportiva.