El Barça de Pep Guardiola

El Fútbol Club Barcelona siempre ha sido un equipo bastante potente, especialmente en las últimas décadas, donde ha destacado por tener a algunos de los mejores jugadores de la Historia del deporte, como Cruyff, Maradona o Messi. Sin embargo, sería un chico de la cantera, natural de Sampedor, el que llevaría al equipo a la máxima gloria no solo en el campo, sino sobre todo en el banquillo. Pep Guardiola ya estaba en el equipo azulgrana cuando se proclamó campeón de Europa por primera vez en el año 1992, en aquella final contra la Sampdoria que se decidió con un libre directo de Ronald Koeman. El centrocampista se convirtió en  una de las figuras de aquel Barcelona dura más de una década, llegando también a ser clave en la selección española. Sin embargo, su faceta como entrenador acabaría superando a la de jugador.

Y es que después de retirarse, Guardiola no tardó en mostrar su interés por estar en los banquillos, y volvió a su casa, al F.C. Barcelona, para empezar desde las categorías inferiores. No tardaría mucho en llegar al primer equipo y convertirlo en el rey indiscutible de Europa durante cuatro temporadas seguidas, donde consiguió todos los títulos posibles y elevó el palmarés del Barcelona por encima de lo que muchos hubieran soñado. Las cuatro temporadas de Guardiola en el Barcelona también coincidieron con la explosión definitiva de ese genio llamado Leo Messi, y la aparición de jugadores como Iniesta o Xavi, que crearon junto al técnico un estilo de juego que muchos quisieron imitar, pero ninguno pudo igualar, y que llevó al equipo azulgrana a disfrutar de las glorias de los títulos más importantes durante una etapa inolvidable. Aquí vamos a hacer un repaso de esas cuatro espectaculares temporadas.

La llegada de Guardiola al Barça

Después de colgar las botas, el de Sampedor regresó al Barcelona para ocuparse del banquillo del equipo filial, donde se mantuvo durante una temporada completa, la 2007-2008, con buenos resultados. La mala trayectoria del técnico del primer equipo, Frank Riijkard, aceleró su llegada al banquillo del Camp Nou. En mayo de 2008 se anunció que ocuparía el banquillo del equipo absoluto desde la temporada siguiente, y unos meses después fue presentado. El Barcelona llevaba dos años en blanco cuando Pep llegó al banquillo, y en su primera temporada consiguió todos los títulos a los que aspiraba, la Liga, la Copa del Rey y la Champions League, devolviendo la gloria al club y logrando imponer un estilo de toque, control y posesión que encandiló a todo el mundo del fútbol.

La filosofía de Cruyff en los nuevos tiempos

Son muchos los que afirman que Guardiola no inventó nada en realidad, que simplemente cogió todo lo que había aprendido con Johan Cruyff en la época como técnico del holandés en el Camp Nou, cuando precisamente coincidió con él como jugador, y modernizó todo ese estilo basado en tener la posesión, en saber qué hacer con el balón en cada momento, en el toque y en buscar el instante preciso para atacar y marcar. Llevar el control del partido era imprescindible para Guardiola, y por eso decidió darle galones a jugadores como Xavi, Iniesta y Busquets, muy técnicos y con una visión de juego espectacular, que sabían marcarlos tiempos en cada momento del encuentro.

La primera decisión que tomó Guardiola al llegar al equipo fue prescindir de dos de los pesos pesados del vestuario, Deco y Ronaldinho, jugadores espectaculares en el terreno de juego, pero “malas influencias” para los jóvenes como Messi, debido a su estilo de vida fuera de la cancha. Se le criticó mucho por ello, pero los resultados no tardaron en llegar. La primera temporada fuera absolutamente impecable y aquel 2-6 al Madrid en el Bernabéu coronó a Guardiola como el técnico definitivo para el Barcelona. En 2009, el equipo ganó los seis títulos a los que aspiraba, algo que ningún otro equipo había conseguido hasta ese momento, y que era una muestra indudable de la brillantez con la que el de Sampedor estaba dirigiendo a sus pupilos, con un juego que no solo era bonito, sino además efectivo.

Los títulos de Pep Guardiola

Guardiola consiguió 14 títulos oficiales en total con el F.C. Barcelona durante sus cuatro años en el banquillo del equipo azulgrana. Sus primeras dos temporadas seguramente se podrían considerar las más exitosas de toda esa trayectoria, ya que consiguió en la primera todos los títulos a los que aspiraba, y en la segunda casi todos. En total, Guardiola cosechó tres ligas de España de cuatro que disputo, dos Copas del Rey, dos Champions League, dos Supercopas de Europa, tres Supercopas de España y Dos Mundiales de Clubs en los cuatro años que pasó como entrenador del Barcelona, logrando un palmarés absolutamente envidiable que muy pocos entrenadores han conseguido igualar.

Antes de la llegada de Pep al banquillo, el Barcelona había cosechado varios títulos de Liga y Copa, y dos copas de Europa, las actuales Champions League. De hecho, el técnico de Sampedor logró igualar ese registro en cuanto a títulos internacionales en tan solo tres años. No solo se trataba de ganar títulos, que también, sino de imponer un estilo de juego que maravillaba a todos por su belleza, su precisión y por el buen trato de balón que el equipo le daba al juego. De hecho, la propia Selección Española de Fútbol, compuesta por muchos de los jugadores del equipo azulgrana, comenzó a jugar de esa misma manera y obtuvo sus mejores resultados internacionales, dos Eurocopas y un Mundial, a través de ese mismo sistema con un falos nueve, la acumulación de medios y la apuesta por la posesión y el toque.

El Adiós al Fútbol Club Barcelona

El técnico blaugrana decidió terminar su etapa en el banquillo del Camp Nou en su cuarta temporada, la 2011-2012. Él mismo lo anunció en rueda de prensa antes de finalizar dicha temporada, la única en la que no consiguió ganar la Liga ni la Champions. Su último partido en el banquillo del equipo catalán, eso sí, fue para conseguir un nuevo título de Copa del Rey ante el Athletic Club, ganando así su segundo trofeo en esta competición y despidiéndose del club de su vida por todo lo alto. Mucho se especuló sobre cuál sería su siguiente aventura ya que en ese momento Guardiola era el mejor técnico del mundo. Sin embargo, el catalán prefirió parar durante un año sabático, para luego enrolarse en el Bayern de Munich, club con el que también obtendría números éxitos y títulos.